En lo más terrorífico de esta noche oscura mi alma se muestra
firme e imperturbable, con el anhelo de abrazar la Conciencia Cósmica y tener
una comunión plena con el Infinito. No pretendo ser dueño de la Verdad porque
eso sería tan aburrido que no aprendería más que petulancias y sin sabores.
Quiero sentir el error y las confusiones porque del Caos
emerge invencible un Orden y las vicisitudes forjan los grandes carácteres.
Soy ávido de penetrar en los Misterios y de ir por el
Sendero de los Antiguos. Tal vez las claves y las formas sean muchas. Se me han
comunicado algunas: el trabajo, el estudio, la perseverancia, la humildad, la
alegría en medio de la aflicción, el gozo dentro de la tristeza.
Sea mi Templo Interior un refugio insondable para quienes
deseen invadir mis estructuras y adueñarse impunemente de mis pensamientos.
Pero tengan en cuenta miedos y temores, que mi columna
capital es Aquel que es el Autor del Universo.
Paz y bendiciones caigan sobre mi cabeza y ya que soy
eterno, según mis creencias, les comparto de mis poderes para cabalgar
briosamente sobre el corcel de la fuerza y la Valentía.
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