Meditación octava

Gustavo Urquiza Valdez dice:

Padre Eterno, humillado clamo tu nombre, de profundis, para que me obsequies un destello de Tu Infinita Luz, y salir de esta selva oscura, en la que me encuentro perdido a la mitad del arco de mi vida. Mas hágase Tu Voluntad y no la mía. ¡Qué Así Sea!

Meditación séptima.

Gustavo Urquiza Valdez dice:

La Vida es un libro. El más bello de todos los libros, pues fue escrito, editado y publicado por Dios, dueño de la Inteligwencia Suprema. Y como libro que es, debe ser leído con objetividad y absoluto respeto hacia su Autor. Con la Mente y el Corazón abiertos, para entender que, también, como todos los libros, nos enseñará cosas buenas y malas, agradables y desagradables. Como todos los libros, no son para destruírnos sino para hacernos triunfar.

PERFECCIÓN

AUTOCONSCIENCIA                                                                      CONSCIENCIA CÓSMICA

ARMONÍA CON JEHOVÁ

Meditación sexta.

Gustavo Urquiza Valdez dice:

Padre Eterno, con humildad y respeto clamo a ti para que me concedas la dicha de asimilar el simbolismo del fuego y la importancia que ha tenido en la evolución y progreso de la Humanidad. En el plano espiritual el fuego no es otra cosa que la presencia de la Luz Cósmica en la Tierra, el gozo que tenemos del Bien Universal que procede de ti Jehová de los ejércitos, el Poderoso en batalla.

Meditación quinta.

Gustavo Urquiza Valdez dice:

En la multitud de mis pensamientos, tus consolaciones siempre han alegrado mi alma, Majestuoso Dios, Viviente que me ve. Ven pronto en mi ayuda Roca mía.

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